-¡Albricias, señores, albricias pido y albricias merezco!
¡Tierra! ¡Tierra! Aunque mejor diría ¡cielo!, ¡cielo!, porque sin duda estamos en el paraje de la famosa Lisboa.
Miguel de Cervantes Saavedra
(in Libro Tercero de la Historia de los Trabajos de Persiles y Sigismunda, Historia Setentrional)